Sistemas de control social
En
la sociedad contemporánea, los sistemas de control social desempeñan un papel
crucial en la regulación del comportamiento humano y el mantenimiento del
orden. Estos sistemas, que pueden manifestarse a través de instituciones
formales como el gobierno y la ley, así como de mecanismos informales como las
normas sociales y las expectativas culturales, ejercen una influencia
omnipresente en nuestras vidas. Desde la educación y la religión hasta los
medios de comunicación y la tecnología, una variedad de agentes participa en la
configuración y aplicación de estos sistemas de control, moldeando así nuestras
conductas, valores y percepciones.
Los
sistemas de control social operan en múltiples niveles dentro de la sociedad,
desde el macro al micro. En el nivel macro, las instituciones gubernamentales y
legales establecen y hacen cumplir leyes y regulaciones destinadas a mantener
el orden público y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Estas leyes
abarcan una amplia gama de comportamientos, desde el delito y la violencia
hasta la evasión fiscal y la discriminación. Sin embargo, la efectividad de
estas leyes y su capacidad para influir en el comportamiento individual
dependen en gran medida de la percepción pública de su legitimidad y justicia.
Por
otro lado, en el nivel micro, las normas sociales y las expectativas culturales
actúan como poderosos mecanismos de control que regulan el comportamiento en
interacciones cotidianas. Estas normas, que pueden variar significativamente
según la cultura, la comunidad y el contexto, dictan lo que se considera
apropiado o inapropiado en situaciones específicas y pueden ser internalizadas
por los individuos a través del proceso de socialización. Por ejemplo, las
normas de etiqueta en la conversación, el comportamiento en espacios públicos y
las prácticas de consumo están profundamente arraigadas en las estructuras
sociales y pueden influir en nuestras acciones de manera inconsciente.
Además
de estas formas más tradicionales de control social, la tecnología y los medios
de comunicación han emergido como poderosos agentes de influencia en la
sociedad contemporánea. Plataformas de redes sociales, algoritmos de
recomendación y tecnologías de vigilancia digital no solo ofrecen nuevas
herramientas para monitorear y regular el comportamiento, sino que también
moldean nuestras percepciones, opiniones y preferencias a través de la
manipulación de la información y la creación de filtros de realidad
personalizados. Este fenómeno plantea importantes cuestiones éticas sobre la
privacidad, la libertad de expresión y el poder de las corporaciones y
gobiernos para influir en el pensamiento y el comportamiento de las personas.
También, no podemos dejar de lado situaciones
preocupantes que pasan alrededor del mundo, de acuerdo al libro “La Doctrina
del Shock” escrito por Klein nos dicen los gobiernos son instauradores por
excelencia de controles sociales, aprovechándose de los desastres naturales o
provocados. Otro sistema también utilizado son militarizaciones estadounidenses
que buscan “ayudar” a países latinos para beneficio propio como en Chile, cuando
Estados Unidos apoyo a Pinochet para ganar el golpe de estado y así privatizar
a las empresas y tener mayor control por parte de las elites.
En injerencia también vimos gran influencia que ha
tenido EEUU por medio de la CIA en países latinoamericanos, estableciendo por
ejemplo el “Plan Condor” que fue un plan donde hubo tantas personas
desaparecidas para los terroristas, pero fue una cortina de humo par que EEUU
tenga un poder geopolítico fuertemente instaurado y todo esto a partir de la Guerra
Fría.
Además, no podemos dejar de lado aquellos sistemas de
control social que pasan tan desapercibidos que ni lo parecen. “Para leer al
pato Donald” de Ariel Dorfman y Armond Materat nos muestra esta realidad que
Disney nos vende desde que somos pequeños, donde se nos ha enseñado a seguir el
imperialismo y el capitalismo americano. Esto nos muestra que corrompida esta
la sociedad al querernos vender estos estilos de enseñanza.
¿Qué invadimos ahora? De Moore, es una muestra
deliciosamente clara de como EEUU nos somete a fuertes sistemas de control,
donde los únicos perjudicados somos los pueblos, la gente, ciudades latinas, países
en “vías de construcción” que “necesitan ayuda” del grande (Estados Unidos) “Ayuda”
que claramente tiene un único beneficio y este es: América. Como dice en “Las
venas abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano “nos han quitado tanto,
que hasta nos quitaron el derecho de llamarnos americanos”
En
conclusión, los sistemas de control social operan en diversos niveles, desde el
macro al micro, influyendo en el comportamiento humano y la dinámica social.
Las instituciones gubernamentales establecen leyes y regulaciones para mantener
el orden público, mientras que las normas sociales y culturales dictan
comportamientos aceptables en la vida cotidiana. Además, la tecnología y los
medios de comunicación ejercen una influencia cada vez mayor, planteando
importantes preguntas éticas sobre la privacidad y la manipulación de la
información. La historia y la literatura revelan ejemplos preocupantes de abuso
de poder por parte de gobiernos y corporaciones, desde intervenciones militares
hasta la propagación de ideologías dominantes. En última instancia, es crucial
examinar críticamente estos sistemas de control para garantizar la justicia, la
equidad y la preservación de la autonomía individual en la sociedad
contemporánea.
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